El presidente de Colombia afirma que su prohibición es geopolítica y sugiere venderla como el vino.
![Presidente de Colombia, Gustavo Petro.](https://static.wixstatic.com/media/53838c_71c88690525c4ed08a33c8f6f5b84759~mv2.png/v1/fill/w_980,h_539,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/53838c_71c88690525c4ed08a33c8f6f5b84759~mv2.png)
Multius (multiius.wixsite.com). El presidente de Colombia, Gustavo Petro, desató una nueva controversia al declarar que "la cocaína no es más mala que el whisky” y que su prohibición responde más a razones geopolíticas que a su nivel de peligrosidad. Durante una reunión con su gabinete, el mandatario sugirió que la legalización de esta droga a nivel mundial podría desmantelar el negocio ilícito que sostiene a las organizaciones criminales.
“La cocaína es ilegal porque la hacen en América Latina, no porque sea más dañina que el whisky. Eso lo analizan los científicos”, afirmó Petro. Según el presidente, la llamada “guerra contra las drogas” ha fracasado y es necesario replantear el enfoque de los gobiernos. En su discurso, insistió en que la regulación de la cocaína permitiría que se vendiera “como los vinos”, con recursos destinados a la prevención del consumo en menores de edad.
El mandatario también comparó la situación de la cocaína con la crisis del fentanilo en Estados Unidos, droga que, a diferencia de la primera, ha sido desarrollada y distribuida por grandes farmacéuticas. “Usan el fentanilo para tirarse a México, pero el fentanilo apareció como una droga de farmacia de las multinacionales norteamericanas. Y los consumidores se hacen adictos y se matan”, señaló, criticando la narrativa que responsabiliza a los países productores sin atender la demanda en los países consumidores.
Las declaraciones de Petro generaron reacciones inmediatas dentro y fuera de Colombia. Diversos sectores políticos y de la sociedad civil rechazaron sus palabras, considerando que minimizan los efectos del narcotráfico y podrían afectar las relaciones con Estados Unidos, un aliado clave en la lucha contra las drogas. El representante a la Cámara, Andrés Forero, ironizó sobre la postura del presidente al recordar que había mencionado su disposición de compartir un trago con el expresidente Donald Trump, pese a padecer gastritis.
El debate sobre la legalización de la cocaína no es nuevo, pero la comparación directa con el whisky y la transmisión en vivo de sus declaraciones le dieron un mayor impacto. Mientras algunos sectores consideran que el planteamiento del presidente representa un enfoque más progresista basado en la salud pública, otros advierten que su falta de claridad podría generar confusión y afectar la imagen internacional de Colombia.
Además de la controversia, la reunión del gabinete en la que Petro hizo estas declaraciones estuvo marcada por tensiones internas. Durante la sesión, algunos ministros manifestaron inconformidades sobre la gestión del gobierno, y en las horas posteriores se anunciaron renuncias, incluyendo la del jefe del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jorge Rojas, y la del ministro de Cultura, Juan David Correa.
Pese a la polémica, Petro no ha dado marcha atrás en su postura sobre la necesidad de regular el comercio de cocaína. Sus declaraciones reavivan el debate sobre las estrategias para combatir el narcotráfico, al tiempo que generan incertidumbre sobre el impacto que podrían tener en la política interna y las relaciones internacionales de Colombia.
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